Elegir el esmalte ideal entre tantas opciones puede ser un desafío. ¿Optar por esmaltes semipermanentes, de gel, tradicionales o algún otro tipo? Actualmente, la manicura semipermanente y la tradicional son las más populares en todo el mundo, cada una con sus seguidoras fieles. Pero, ¿cuál se adapta mejor a tus necesidades?
Diferencias entre esmaltes tradicionales y semipermanentes
Para tomar la mejor decisión, es fundamental conocer en qué se diferencian ambos tipos de esmaltes. Aunque los esmaltes semipermanentes son una innovación más reciente, su popularidad ha crecido rápidamente. La aplicación es similar a la de los esmaltes tradicionales, pero requieren una base previa y un top coat para sellar el color.
La principal diferencia radica en su curado con lámpara UV o LED, lo que les otorga una mayor duración. Cada capa debe exponerse a la luz durante unos segundos para lograr su fijación final.
Mientras que los esmaltes tradicionales pueden empezar a descascararse en pocos días, los semipermanentes ofrecen hasta cuatro semanas de duración. Sin embargo, su eliminación es un poco más laboriosa, ya que se necesita acetona para disolver el esmalte, ya sea remojando las uñas o envolviéndolas con discos de algodón empapados en el líquido durante unos minutos. Luego, solo es necesario retirar el residuo suavemente con un bloque pulidor.
Ventajas del esmalte semipermanente
Si buscas una manicura impecable por más tiempo, el esmalte semipermanente es la mejor opción. No se astilla, no se desgasta y permanece intacto hasta que decides cambiarlo. Además, se seca al instante tras el curado en lámpara, evitando el riesgo de arruinar el esmalte por accidente.
Otra gran ventaja es la amplia variedad de colores, con tonos vibrantes y de larga duración que no pierden intensidad con el tiempo. A diferencia de algunos esmaltes tradicionales, los semipermanentes son resistentes a la exposición solar y no se amarillean, manteniendo su color perfecto durante semanas.
¿Es necesario ir a un salón para hacerse la manicura semipermanente?
Tanto la manicura tradicional como la semipermanente tienen sus ventajas. Si te gusta cambiar el color de tus uñas con frecuencia, los esmaltes tradicionales son una opción más flexible. En cambio, si prefieres olvidarte de los retoques constantes y disfrutar de uñas perfectas por semanas, los semipermanentes son ideales.
Lo mejor es que ambas técnicas pueden hacerse en casa. Mientras que aplicar esmalte tradicional es un proceso bien conocido, cada vez más personas descubren que hacer una manicura semipermanente en casa es fácil y accesible. Con un kit de esmalte semipermanente, que incluye lámpara y todos los productos esenciales, puedes lograr un resultado profesional sin necesidad de acudir a un salón. Solo necesitas un poco de práctica, y en poco tiempo dominarás la técnica.
¡Anímate a probarlo y disfruta de unas uñas impecables sin complicaciones!